miércoles, 9 de abril de 2008

un poema de Matías Catrileo y un comentario de su homenaje.



El día 3 de Abril se realizó un homenaje a Matías Katrileo en la plaza de Armas en Santiago. Se realizó una velatón en la plaza misma. Nos juntamos en Plaza Constitución y marchamos al susodicho centro neurálgico. En el camino, muchos de los grupos que asistírían a la velatón, fueron realizando protestas con gritos y carteles. En los gritos, el nombre de Matías Catrileo, y el nombre del pueblo mapuche se mezclaba a ratos con otros intereses políticos de los allí manifestantes. Se sumaban a ellos insultos que regularmente se integran en los dichos de protesta, insultos para los pacos, los políticos, y otros.


No es mi intención aquí hacer una reflexión larga sobre las maneras de manifestarse que tienen los protestantes en nuestra capital. Desde ya, sé que el hecho mismo de manifestarse marchando por la calle es un logro en este Santiago donde nos entregan un sistema de transporte vergonzoso con un alto costo sin que ya nadie apenas reclame al respecto.Sólo quiero decir que, me parece, se deben cuidar los medios y las formas de protesta. Se deben pensar, re-pensar, replantear. Porque cada palabra que se lanza con un grito cuando se marcha por el centro, adquiere un valor especial porque es una palabra dicha en el intento de reclamar un derecho, una palabra que debe explayar la protesta misma, pero además, la actitud del manifestante que es la actitud de los que se supone aspiran a una sociedad mejor, más justa.


En ese sentido, dos cosas:


1. me parece que no se deben tomar las quejas del mapuche, sus manifestaciones, ni las de ninguna otra identidad social, para ser , de manera no consensuada y planteada antes, mezcladas con reclamos que obedezcan a otros intereses y a manifestaciones que respondan a otras necesidades, que no sean explicitamente las del grupo principal que se expresa y al cual se apoya en determinado acto.


2. Otra vez, la protesta debe ser re-pensada en términos de la efectividad, el impacto, y la intención de la misma.Ahora bien.


La velatón misma estuvo hermosa. Participó, muy comprometidamente, la madre de Matías y otros amigos del mismo. Gracias a sus palabras y sus gestos, los concurrentes pudimos conocer algo más de este joven mapuche del sur, algo también de la manera hermosa en que el mapuche ve la realidad y se compromete con ella (asunto que da para una larga exposición) y pudimos compartir el dolor, el sentir ante la injusticia, y las palabras que , quizás, forjarán la esperanza con la cual podamos intervenir en nuestro entorno de manera más comprometida y digna.


Ahora les quiero compartir un escrito de Matías Catrileo, un hermosísimo poema que escribió este joven estudiante mapuche de 22 años, que creía justo luchar por la recuperación de tierras para su pueblo, esas tierras que le pertenecían al mapuche o que le pertenecen aún, aunque un gobierno con no más de doscientos años de existencia diga lo contrario. Este joven que fue asesinado, sin que por ello se culpe al responsable, en el intento de recuperar una tierra que una empresa forestal le quitó a su comunidad, gracias al "pase" del gobierno.Este es el poema de Matías Catrileo que esa noche pudimos compartir:


¿Cuándo dejóde resonar en las mentiras

el eco omnipotentede la sabiduría?

¿Cuándo fue que el hombre dejó

de sentirel abrazo del viento sobre la piel de su espalda?

¿Cuándo fue la última vez

en que te presentaste ante el mundo

con tu rostro de piedra,

le cantaste a los espíritus,

dejaste que el agua

corriera por tus grietas y con las gotas que caían

de la punta de tus dedos,

rasgaste las tierras que ahora lloran

sumergidas bajo el miedo?

!Ay¡ De esos tiempos

en que seguiríamos siendo hermanos,

abriríamos los ojos para saludar a la mañana

¡Mari Mari! Diríamos,

Y seguiríamos siendo tierra y cielo

Ante la mirada de la naturaleza.
(publicado por Mauro Cronenberg).

0 comentarios: