sábado, 5 de diciembre de 2009

Alma, corazón y pan
(como la canción)


(por Paloma de Valpo [acá])

Es raro esto de vivir sin alma
permanezco así toda la semana
mi cuerpo se mueve sin peso
como autómata del trabajo,
los ojos opacos,
por que mi alma se enraizó
en un puerto perdido,
debajo de adoquines
y entremedio de mis amigos
encima de la noche,
Afirmándose de la bohemia,
plantó sus raíces pivotantes
en la añil casa de mi niñez,
liviano hogar transformista con aroma a familia
(chueco y destartalado)
permanece inmóvil entre las canas de mi abuela
y se retuercen con cada lágrima de mi madre
se queda quieta disfrutando mis querencias,
mientras yo acá
sigo sin ella
¡que difícil es la vida cuando el cuerpo desea!
(volar)
volar, volar!
¡que difícil es la vida cuando el alma desea!
(profundizar)
penetrar, socavar!
mi corazón, sin embargo,
devoto compañero
y viajero de linaje
continúa junto a mí
en cada peregrinar,
en cada sonrisa de niño,
en cada agradecimiento humano
henchido de roja sangre satisfecha.
Por segundos logran eliminar el velo gris
de este cuerpo desalmado
y continúo mi día
jornada a jornada
hasta que por fin acaba,
el fin de semana, discrepa
(Como siempre)
y rebosa de alegría, brillo y color
estallan serpentinas dentro de mi espíritu
y mi cuerpo se llena de música,
sonidos de alegres pájaros,
verbena y carnaval
cuando ambos por fin se encuentran
los ojos adquieren brillo otra vez
vuelve la embriaguez natural
y el humo se torna dulce,
tan dulce como el vino
todo es maravilloso
y vuelvo a creer
en ti, en mí
y en todo lo que nos pasa
y vuelvo a creer
en la poesía, en la trova, en los sueños
y vuelvo a creer
en la lucha diaria, en el trabajo
y vuelvo a creer,
hasta en las solitarias noches de domingos
y vuelvo a creer,
vuelvo a creer
y como no decirlo
vuelvo a creer también
en mi (desalmada) y periódica geografía semanal.