lunes, 25 de agosto de 2008

Las cosas que a veces se desean







Las cosas que a veces se desean.




Que el mundo se diera vuelta
Y el tiempo con sus horas,
Los sucesos y malos sueños,
Algunas vivencias y somnolencias,
Circunstancias vergonzosas
Y todas esas vanas penas.

Que el cielo por favor encandilara
Lo que maldecidores quieren ver;
El arpegio incansable de una guitarra,
Las estrellas soberbias de la tierra,
El futuro de mis huesos a caer.

Que el mundo se pusiera de cabeza,
Y el tiempo con su producto
-deseo lo que él ha hecho usufructo-
Y la vida con sus rudas tretas,
Y que la fortuna se viniera de vuelta.

la karina






Se
adiz



Se tejen los árboles

Capa tras capa

en el ovillo de la noche

se tejen los árboles



el día con su olor de alba

descubre el tejido

mostrando sus hebras



ahí está

el verde pálido

el amarillo rojizo



perpendiculares a la extensión

de este cuerpo

tendido en la noche



Capa tras capa

como sábanas oscuras

coronan mi lecho*







*Del Poemario Inédito De Bosque Coronado

la antona







Me quedarán los recuerdos





Me quedarán los recuerdos
esos inexistentes
que en su cúpula transgreden
toda racionalidad
me quedará la cara sugerente
del perro, señor, que miró provocante
con su lengua en el hocico andante
Me quedará la nostalgia
abrupto sentimiento insensible
también el segundo de pueril sentir
me quedará lo no robado
y que me pertenece
me quedará el hálito de orgullo
jamás conocido por mí
los pies no descansados en la arena
el mar furioso que a gritos te decía:
"ya hombre, de una vez por todas",
pero receloso volteabas...

.

en los ojos pesados
de tanto no llorar
se esconde la pluma
de lo que un día deseó volar
y es que este jardín
se cansó de ser de cristal
repasa cabizbajo cada acontecer,
pero no logra ni en sus sueños
un detalle especial que encontrar
¡dios! es esto lo que hace tiempo debí ver
¿esta inmunda realidad de la que quiero escapar?
por qué me has cegago ¡qué crueldad!






.microcuento (whatever) ¡ qué gentío, qué gentío! te veo pasar y te pierdes en el río, ¡qué miradas, qué miradas! te detengo, y no encuentro las palabras.







Soñó



Soñé, te soñó
soñó que gritabas al alba
que cerca te encontrabas
y que ya nada más importaba
soñó tus ojos despavoridos
que caían, caían...
bajo el cielo, bajo ella
te soñó furioso, desgastado
sediento de agua, de ese desliz
soñó de día y de noche
te soñó anunciante sobre ella
te soñó tranquilo, apacible
flotante en aire, flotante en ella
precavido e intenso
soñó desnuda, soñó en el creo
soñó en la desdicha de decir no
soñó con tus palabras cantadas
y las de ellas susurradas
en el sentimiento, en los rincones
que desvían nuestras habitaciones.








.
Sólo tuve tus manos en el reloj
de mis ojos dormidos
la mirada dulce de tu mente
en mis harapos e ilusiones
la suavidad de unos labios
a aires de mi cuerpo
y una manzana gris
en el grito de mi silencio
el descontento del asustado
la palabra rota en el intento.