jueves, 26 de junio de 2008

Algo sobre el diálogo en el encuentro de dos o tres personajes. En el cielo o el infierno





Algo sobre el diálogo en el encuentro de dos o tres personajes.
En el cielo o el infierno


rodia, alexei y horacio

Los jóvenes en un espacio indecible se miran por un tiempo muy prolongado, tan prolongado que resulta inverosímil imaginarlo, ellos sospechan que este encuentro estaba escrito en alguna parte (esto debido carácter ilusorio del mismo) por un hombre como ellos, hombre que pudo ser su padre o su creador. El padre de Raskolnikof es un ser tan desconocido que podría considerársele un huérfano, en cambio muchos sabemos quien es el viejo Karamazov, no conocerlo es un pecado capital.
Cuando por fin uno de ellos se encontraba decidido a abrir el diálogo, titubeó, en el instante mismo en que abría la boca, Ralkolnikoff lanzó una mirada tan escrutadora y recargada de escepticismo que aliocha dudó de la necesidad de comunicarse. Rascolnikoff pensó que quien tenía frente a él era muy parecido a si mismo e imaginó que quizá de alguna forma que desconocía fueran la misma persona. Aliosha por su parte se sonrojaba al recibir la mirada de este compañero taciturno, no sabía cómo responderle, esto era algo que comenzó a provocar cierto vértigo típico de estas situaciones para él.
El Silencio Absoluto de apoderó del encuentro, este diálogo tan esperado por mí, parecía no comenzar nunca, !Dios mío! que ganas de saber que podrían decir acerca de la moral, de dios o de la muerte, de la fe o los hombres extraordinarios.
Sin embargo, ninguno emitía palabra alguna. Fue entonces cuando de pronto me encontré allí como por arte de magia, Horacio Oliveira quien lo diría, che, que tengo que ver con estos muchachos, vaya a saber uno lo que ocurre después de la muerte.
La serenidad y tensión simultánea que había caracterizado este encuentro se quebró de golpe con la presencia de este nuevo personaje en escena. Horacio con el mate en la mano optó por abrir la relación a través del ofrecimiento de un poco de aquel líquido amargo, a través de la extención de su brazo a Raskolnikoff, antes de esto haciendo el gesto de absorber antes él para demostrar como se bebía. Todo esto ocurrió en un silencio sepulcral que solo se rompió con el sonido que haría después el acto de beber mate. Raskolnikoff recibió el mate con tranquilidad, bebió un poco y luego lo ofreció a Aliocha quién sonrió al hacer ese ruido de absorción.
Acabado este intercambio producido en torno al acto de beber el mate, continuó el silencio durante mucho rato, hasta que Oliveira comenzó a decir con un tono muy tranquilo:
Pibes este silencio no se compara en modo alguno con nada vivido hasta ahora, así que por lo menos en lo que mi repecta no existe necesidad alguna de continuar el diálogo, sé que ustedes hablan en ruso, y no entienden puta idea de que lo digo ahora y eso es maravilloso ya que mi apertura del mismo es equivalente a la Nada, a la inacción que es lo mismo que la acción. Y hacendo un gesto con la mano de cerrar la boca como con un cierre terminó su monólogo.
Ralkolnikof y Aliosha lo miraron, se miraron, asintieron y comprendieron el gesto hecho por este tercer actante.
Qué podría decir sobre lo que pasó después, la Verdad es que no pasó absolutamente nada, se sentaron y continuaron mirándose en silencio por un tiempo que desconozco, que perfectamente pudo ser la eternidad.
Este intento fracasado de comunicación, es simplemente perteneciente al lo Real de la Literatura, estos seres están tan vivos como nosotros, puede que parezcan ficticios o ficcionales mas no irreales, esto que les cuento ocurrió así como ocurren hechos atómicos en la física, como cuando encendemos el fuego.


leo
Asimetría

una balanza midiendo el amor que creaban
que creían o querían crear
una voluntad definida casi matemáticamente
alimentando el fundamento existencial
de ambos
un brote espontáneo dado en su mínima expresión
-propendiendo al sado más o quismo-
fantasmas femeninos merodeando a menudo su cotidianidad
sumados al desequilibrio propio
de suyo, tendencial y exponencial
equivalen o dan como resultado
ciertas Relaciones asimétricas
"relaciones más reales que los sujetos que se relacionan" *
entonces,
¿cuánto puede aguantar algo así?
segundos, minutos, horas, días, noches,
sobretodo noches, sobretodo noches
y amaneceres,
meses,
¿años?
(si... puede que sea posible, es el poder de la voluntad quien dictamina)
acaso es posible soportarlo
siempre dentro de la medida de lo posible
la hipótesis amorosa es la Simetría
o su búsqueda
mas esto supone un factor psicosociobiofisicoquímico
que debe ser espontáneo no voluntario,
que es necesario
como un principio sintético a priori
que no debe ser contingente

Pretendo afirmar:
que hay cierta magia
razonable o no
misteriosa o no
entiéndase magia en sentido de la alquimia
no esotérico ni menos supersticioso
más bien metafísico, óntico, espistémico
que si no es parte fundamental
del equilibrio de la balanza
todo está perdido o no tiene futuro
la proyección del sueño o mito amoroso
es baladí
Conclusión:
nos amamos de forma inversamente proporcional
pero igual nos amamos
sin embargo un amigo decía
en el Amor ambos suman cien
ahora que ficción de equivalencia
representan esos cien vaya a saber uno.

* Es algo asi como la dialéctica que decía Hegel (véase "Fenomenología del espíritu", Ed. Fondo de cultura económica)