miércoles, 12 de noviembre de 2008

La Mañana Perversa

Hoy desperté más tempano que el mismo día (¡que locura!, justo cuando el cansancio me porfía). ¡Domingo infernal! se supone que aquellos existen para descansar... pero despierta yo estaba; sin siquiera pestañear, presencié del purgatorio su umbral.
Por una furia contenida apenas podía respirar. digamos que fue una semana de mal, de esas en las que te equivocas, te patean y te ahorcan. Pero ahí estaba yo, en mi alcoba sin ordenar. Un espanto de locura surgió de mi boca sin chistar, porque muerto ahí estaban